El CBD (cannabidiol) es un compuesto químico presente de forma natural en las plantas de cannabis. A diferencia del THC, no produce efectos psicotrópicos.

La dosis recomendada de CBD varía en función de muchos factores, como el peso, el metabolismo, la gravedad de la enfermedad, etc. Es importante empezar con una dosis pequeña e ir aumentándola gradualmente hasta conseguir el efecto deseado. Es importante empezar con una dosis pequeña y aumentarla gradualmente hasta conseguir el efecto deseado. También es aconsejable consultar a un profesional de la salud antes de empezar a tomar CBD.

El CBD se ha estudiado por sus posibles beneficios terapéuticos, como el alivio del dolor, la ansiedad y el estrés, y la mejora de la calidad del sueño. También puede ayudar a reducir la inflamación y mejorar la salud de la piel.

La legalidad del CBD varía según el país y el estado en el que te encuentres. En muchos países europeos, como Francia, el CBD es legal siempre que contenga menos de un 0,2% de THC. Sin embargo, en algunos lugares el CBD sigue considerándose una sustancia controlada. Es importante comprobar la legalidad del CBD en tu país o estado antes de consumirlo.

Aunque el CBD se considera seguro, puede provocar efectos secundarios en algunas personas, como somnolencia, fatiga, sequedad de boca, diarrea, etc. Si experimenta efectos secundarios, reduzca la dosis o deje de tomar CBD y consulte a un profesional sanitario si es necesario.